Los delincuentes que se acercan a sus víctimas a través de las redes sociales o de las aplicaciones de citas de contacto más habituales para establecer una relación afectiva.
En primer lugar, los ciberdelincuentes crean un vínculo con las víctimas y se ganan su confianza para, posteriormente, reclamar pequeños pagos con cualquier excusa, como pueden ser la compra de un billete de avión para un encuentro, la enfermedad de un familiar, una deuda o cualquier otro problema económico.
Cuando el delincuente ha obtenido una cantidad de dinero que considera suficiente, interrumpe la comunicación y desaparece su rastro en las redes sociales. “Desconfía si alguien contacta contigo de la nada, sospecha de las solicitudes de amistad de gente que no conoces, consulta siempre el perfil de quien solicita tu amistad. Y sobre todo, nunca aportes dinero”, recomienda la Policía Nacional en el vídeo.
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