Agentes de la Policía Nacional ha detenido en diferentes municipios de la provincia de Valencia a 18 personas, ocho mujeres y diez hombres, de entre 24 y 69 años, de origen español, como presuntos autores de un delito contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y organización criminal. Los principales responsables, un hombre y su hijo, regentaban una empresa de cerrajería, aparentemente legal, que albergaba en su interior un vivero de plantas de marihuana que comercializaban al resto de implicados para que estos pudiesen establecer sus propios cultivos.
En el marco de la operación se han incautado 55.200 euros, 7.535 plantas de marihuana, 9.427 gramos de sustancia vegetal, 2.994 esquejes para el cultivo, 886 gramos de hachís, cuatro vehículos y dos armas largas.
La operación comenzó en verano del año pasado cuando los agentes del Grupo de Investigación de la comisaría de Paterna (Valencia), tuvieron conocimiento que un grupo de personas podrían estar dedicándose al cultivo y distribución de plantas de marihuana a gran escala, motivo por el que los policías llevaron a cabo una serie de pesquisas tendentes a la comprobación de los hechos.
Tras múltiples indagaciones, los investigadores centraron su atención en dos de los sospechosos, quienes regentaban una empresa de cerrajería, aparentemente legal, la cual era utilizada como vivero en el que se albergaba un gran número de plantas de marihuana en estado de crecimiento.
Los investigados, padre e hijo, además de comercializar las plantas, ofrecían como servicio a sus compradores, la instalación de la infraestructura y el mantenimiento necesario para crear nuevas plantaciones en diferentes localidades de la provincia de Valencia a cambio de un cincuenta por ciento de los beneficios obtenidos tras la venta de dicha sustancia, ya al por menor.
Origen de la Operación Trillizos
En una primera fase de la investigación, los agentes localizaron tres plantaciones de marihuana repartidas en varios municipios de la provincia de Valencia, cuyas personas encargadas de las mismas eran dos hermanas y un hombre, pareja sentimental de una de ellas.
Tras la comprobación de los hechos, los agentes solicitaron sendos mandamientos a la autoridad judicial para registrar los domicilios ya que existían indicios suficientes como para presumir que estas personas estarían dedicándose al cultivo y distribución de plantas de marihuana.
En los registros se incautaron 3.600 euros y 1.417 plantas de marihuana, motivo por el que se detuvo a los tres implicados como presuntos autores de un delito contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y organización criminal.
Alto grado de profesionalidad
Siguiendo con la operación, los agentes descubrieron que los dos principales sospechosos utilizaban los vehículos rotulados de la cerrajería de su propiedad para transportar las plantas y el material utilizado en el montaje de las plantaciones, dotando por tanto de una mayor cobertura a su actividad ilícita y dificultando las labores de investigación a los policías.
Durante el transcurso de las pesquisas se consiguió ubicar hasta nueve inmuebles situados en diferentes municipios de la provincia de Valencia, además de una casa rural en la ciudad de Teruel, los cuales habían sido preparados para cultivar grandes cantidades de marihuana en su interior.
Fruto de los registros practicados en estos nueve municipios, se incautaron 50.210 euros, 9.427 gramos de sustancia estupefaciente, 6.012 plantas de marihuana, 886 gramos de hachís, cuatro vehículos y dos armas largas, procediendo además con la detención de 12 personas como presuntos autores de un delito contra la salud pública, organización criminal y defraudación de fluido eléctrico.
Los policías pudieron comprobar como los investigados presentaban un alto grado de profesionalidad, siendo destacable una de sus instalaciones a la cual se accedía tras el desplazamiento de un armario metálico de grandes dimensiones, que ocultaba una trampilla de acceso a un espacio totalmente equipado para el cultivo de la mencionada sustancia estupefaciente.