La Guardia Civil de Valencia detiene a 5 personas e investiga a otras 2 por diversos delitos: 2 contra la salud pública, 2 de defraudación de fluido eléctrico, 1 de falsedad documental, 1 de usurpación de estado civil y otro de pertenencia a organización criminal.
La operación ‘SERVANA’ se inició el mes de noviembre del pasado año, cuando los agentes tuvieron noticias de la comisión de una serie de conductas delictivas, que llevaron a los mismos a poner sobre la pista de un grupo criminal asentado en diferentes puntos de las provincias de Valencia. Los investigadores averiguaron que se trataba de una organización perfectamente estructurada de origen albanés, con una metodología criminal bien definida.
La organización contaba con naves industriales de grandes dimensiones, las cuales aparentemente carecían de cualquier tipo de actividad, si bien en su interior, vivían y pernoctaban personas, que se encargaban de asegurar, custodiar y optimizar las labores de producción del cultivo intensivo de cannabis sativa que se escondía en el interior. Sus cuidadores permanecían en el interior, encargándose otros escalones de la organización en aprovisionarlos de alimentos, material para las instalaciones y/o cualquier otra cosa que les fuera necesaria.
Para acelerar el crecimiento de las plantas contaban con material lumínico de última generación. Para evitar ser detectados, contaban con múltiples aires acondicionados industriales que evacuaban el olor de la sustancias. Dado el volumen de energía que necesitaban, habían creado instalaciones de luz trifásica, a la que conectarían a la red eléctrica de forma fraudulenta, generando unas grandes pérdidas energéticas que superiores los 900 amperios.
El pasado 28 de febrero, se procedió a la explotación de la operación en una primera fase, llevándose a cabo 2 registros, uno de ellos en una nave industrial en Xeresa, y otro en un apartamento de la playa de Gandía. El día 25 de marzo, en una segunda fase, se ejecutaría otro registro en otra nave industrial en la localidad de Rótova.
Los integrantes de la organización habían preparado un entramado para alquilar las naves donde fue llevada las operaciones policiales, ya que para ello, usurparon la identidad de un ciudadano y utilizaron documentación falsa, con el único fin de eludir las hipotéticas responsabilidades penales que pudieran derivarse. De ambas actuaciones, se ha logrado aprehender casi una tonelada de cannabis sativa, destacándose de esta cantidad, la aprehensión de 308 kilogramos de cogollo en proceso de secado.