La Guardia Civil ha investigado a un total de 74 personas como presuntas autoras de delitos de falsedad documental, usurpación de estado civil, contra la flora, fauna y animales domésticos (furtivismo), encubrimiento, receptación y falsedad documental. Una taxidermia recepcionaba trofeos de corzo sin precinto o con ellos reutilizados con la intención de obtener un beneficio económico.
Esta investigación comenzó en noviembre del año 2021 a raíz de la Operación Ro3buk, en la cual se desarticuló una trama de cazadores furtivos que manipulaba precintos de caza para reutilizarlos y en la que se investigó a un total de 23 personas, entre ellas a un taxidermista. La Guardia Civil llevó a cabo una inspección en una taxidermia de la provincia de Burgos, donde los agentes descubrieron que se podrían estar recepcionando trofeos de corzo sin precinto y un individuo, investigado en esa operación, podría estar relacionado con esa taxidermia.
Finalizada esa inspección, los guardias civiles incautaron 11 trofeos de corzo sin precinto, un trofeo de corzo macho amparado con precinto hembra, un trofeo de corzo macho del 2019 amparado con un precinto del año 2013 y cuyo sistema de seguridad se encontraba alterado, dos trofeos de corzo con precintos abiertos del año 2015 sin marcar, y otros dos precintos de ciervo y corzo. Iniciado el presente año, dio inicio la operación CorCyL con un análisis pormenorizado de los 2.132 asientos de los últimos cinco años del libro de registro de la taxidermia. Es la primera vez que se realiza una trazabilidad completa a los precintos de caza.
Cotejados los datos con las respectivas delegaciones de caza provinciales, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza pudieron verificar distintas irregularidades en esa taxidermia. Entre ellas se encontraría la recepción de animales sin precinto, con precintos reutilizados (algunos de ellos hasta en cuatro temporadas de caza) o con el sistema de seguridad alterados. Además en muchos de los casos se halló que la fecha de caza del animal comunicada a la delegación de caza era posterior a la fecha de entrada a la taxidermia.
La Guardia Civil pudo descubrir que había implicadas un total de 78 personas, de las que dos eran taxidermistas de la provincia de Burgos, y el resto procedían de las provincias de Burgos, Palencia, Bilbao, Vitoria, San Sebastián, La Rioja, Madrid, Cantabria, Córdoba y Granada. Entre estas personas se encuentran cazadores y gestores de cotos de caza. La operación ha concluido con la investigación de un total de 74 personas y habiendo encausado a otras cuatro por los delitos descritos.
En total se han visto afectados 105 cotos de las provincias de Burgos, Palencia, Soria, Segovia, Santander, Málaga, Bilbao, San Sebastián y Vitoria. Además, se ha acreditado la caza fraudulenta de 258 animales entre corzos, ciervos y gamos.
Esta operación ha sido desarrollada por el Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Ávila, con la activa colaboración de las secciones de caza y delegaciones territoriales de la Junta de Castilla y León de Burgos y Palencia.