La Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, en colaboración con la Unidad Central de Investigación Criminal (UCIC) de la Policía Marítima de Portugal, ha desarticulado una importante organización criminal internacional en el marco de la operación Olissipo, dedicada al tráfico de angulas entre ambos países.
La operación se ha desarrollado a lo largo de dos años y se ha saldado con la detención/investigación de 21 personas de diversas nacionalidades y la incautación de unos 420 kg de angulas en el transporte aéreo y 293 kg en el transporte terrestre, lo que suma un total de más de 800 kg de angulas vivas incautadas en el marco de esta investigación.
En la treintena de registros practicados, entre España y Portugal, se han localizado diversas armas y dinero en efectivo. Además se ha desmantelado toda la infraestructura necesaria para mantener las angulas con vida y preparar su exportación a Asia.
La salida del territorio de la Unión Europea se produce mediante el envío de angulas en el equipaje personal, empleando para ello maletas acondicionadas para su transporte con bolsas inyectadas de oxígeno, para garantizar su supervivencia hasta 42 horas.
De forma paralela, se han localizado empresas pantalla constituidas expresamente para la exportación de angula hacia Asia, que camuflaban las exportaciones entre otros productos refrigerados. Hay que destacar que actualmente se encuentra establecida una “cuota cero” de exportación hacia terceros países desde la Unión Europea, lo que conlleva que se encuentre totalmente prohibida su exportación al exterior.
Hasta 9.000 euros por kilo en el mercado negro
Los ahora detenidos empleaban estructuras de crimen organizado especialmente complejas, análogas a las de otros ámbitos delictivos como el tráfico de drogas, debido a las grandes beneficios económicos que conlleva este tráfico ilícito, que puede alcanzar los 9.000 euros por kilo, en el mercado negro.
Los integrantes de la organización tenían roles claramente definidos que iban desde los pescadores ilegales a los intermediarios, que realizaban la primera recepción de la angula; el segundo escalón de almacenamiento y, finalmente, la exportación hacia Asia.