Redacción
Los Agentes Rurales han denunciado este mes de diciembre a una persona por la utilización de rodenticidas en el Baix Ebre con el objeto de matar conejos silvestres ( Oryctolagus cuniculus) en unas fincas de cítricos.
La denuncia, presentada ante la Fiscalía de Medio Ambiente, culmina una investigación con diversas inspecciones en unas fincas que permitieron localizar tres conejos aparentemente envenenados, un zorro también envenenado y más de 5kg de pastillas rodenticidas distribuidas en los bordes, caminos de acceso y entradas de madrigueras de conejo.
El producto rodenticida en cuestión, que ha sido identificado en la necropsia y el análisis toxicológico, sólo puede ser utilizado en interiores de edificios ya su alrededor con portacebos. La razón es precisamente evitar su consumo por parte de personas o de especies animales que no sean las ratas.
La elevada presencia de conejos en los cultivos es una problemática que puede acarrear pérdidas económicas. Los Agentes Rurales alertan de que la solución a este problema nunca pasa por el uso de venenos ya que matan de forma indirecta a los predadores naturales (duque, el águila perdicera, el águila real, los zorros, etc.).
Su uso también aleja a las personas que cazan por miedo a que se envenenen a sus perros oa cazar a algún animal que al ser ingerido pueda envenenar a las personas. La localización de este rodenticida anticoagulante que se absorbe a través del aparato digestivo o también cutáneamente pudo realizarse gracias al aviso de un cazador.
Cabe subrayar que para luchar contra esta plaga la Generalitat facilita métodos legales y seguros y está otorgando autorizaciones excepcionales para cazar conejos durante todo el año.
El uso de venenos en el medio natural para matar a fauna silvestre es un delito penal (Art. 336 Código Penal).
Y, de morir fauna autóctona protegida y amenazada y animales de compañía como los perros de forma indirecta al entrar el veneno en la cadena trófica también se pueden imputar sus arte. 334 y 337 respectivamente. Como el conejo es una especie cinegética para el consumo humano, también puede suponer un delito contra la salud pública.
El uso de venenos puede acarrear penas de prisión de 4 meses a 2 años, así como sanciones económicas. También puede acarrear la inhabilitación especial para cazar o pescar de entre 1 a 3 años.