– No facilites datos personales o bancarios vía telefónica o por SMS; tu entidad bancaria nunca te solicitará información personal por estos medios.
– Si sospechas que una llamada puede ser fraudulenta cuelga directamente y llama al número oficial de tu entidad bancaria (o con el que habitualmente contactes) y no al teléfono que te haya facilitado el interlocutor.
– Nunca facilites contraseñas por teléfono. Si te dicen que te llaman desde una entidad o empresa, toma nota y ponte directamente en contacto con ellos, verificando la autenticidad del interlocutor y de la incidencia.
– Utiliza las aplicaciones oficiales de las entidades bancarias y nunca realices pagos ni actualices datos a través de links que te envíen mediante correo electrónico o SMS.