Agentes de la Jefatura Superior de Aragón detuvieron el pasado 11 de septiembre a dos mujeres de 36 y 40 años como presuntas responsables de varios delitos de hurto y allanamiento de morada.
Se trata de una operación llevada a cabo por el Grupo de Hurtos de la Brigada Regional de Policía Judicial quien investigaba los hechos desde el pasado mes de junio, momento en el que se formuló la primera de las tres denuncias que se imputan a las presuntas autoras.
Las detenidas, hermanas, se dedican a la sustracción de dinero y joyas en domicilios de personas de avanzada edad, que superan la ochentena, incluso una víctima de noventa y cinco años, a las cuales seleccionan previamente bien en vía pública o mediante los buzones en las comunidades de vecinos, por estar ya en desuso los nombres de pila de las potenciales víctimas.
Una vez en el domicilio, cuando la víctima les abre la puerta, se granjean su confianza, haciéndose pasar por voluntarias de la parroquia o de cualquier ONG del vecindario. Dicha acción, suele ser llevada a cabo por la mayor de las hermanas en solitario.
Ya en el interior, solicita un vaso de agua para distraer a la víctima hasta la cocina, así como un papel y un bolígrafo para anotar un teléfono falso por si la víctima quisiese recurrir a sus servicios para limpieza del piso.
Durante el teatro, perfeccionado a lo largo de los años, dejan la puerta abierta para que la otra hermana pueda acceder al domicilio e inspeccionar con total tranquilidad en busca de dinero y joyas.
En otras ocasiones, si la víctima es propicia, acceden directamente las dos hermanas al domicilio, quedándose una en el salón mientras la otra solicita el mencionado vaso de agua.
Las detenidas, que superan el medio centenar de antecedentes policiales por hechos similares, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción Seis en funciones de guardia el pasado día 13 de septiembre, decretando para ambas libertad con cargos.