Detenido el cabecilla de un grupo criminal itinerante especializado en estafas “Rip Deal”

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Agentes de la Policía Nacional han detenido en Palma de Mallorca al cabecilla de un grupo criminal itinerante especializado en la comisión de estafas “Rip Deal”. Al arrestado se le imputa la presunta comisión de tres delitos de estafa, entre 2020 y 2023, en Madrid y Marbella (Málaga), que generaron un perjuicio económico de 259.000 euros a las víctimas.

El modus operandi consiste en contactar con personas que tienen a la venta algún inmueble u objeto de valor para citarse con ellas y, tras ganarse su confianza, conseguir una transacción que les permita hacerse con billetes de curso legal (o con el objeto físico de valor) a cambio de billetes de tipo facsímil.

La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la comisión de tres delitos de estafa, mediante la técnica “Rip Deal”, por parte de un mismo grupo criminal. Tras las primeras gestiones policiales, acreditaron que se trataba de un grupo altamente itinerante dedicado a cometer reiteradamente este tipo de estafas por toda Europa, repitiendo y perfeccionando un particular modus operandi.

Asimismo, comprobaron que los hechos investigados se habían llevado a cabo en fechas y ciudades diferentes, evidenciando la gran movilidad de los integrantes del entramado, así como su facilidad para contactar con diversas víctimas que no guardaban ninguna relación entre ellas.

Tres delitos esclarecidos en Madrid y Marbella

Una de las estafas se produjo en Madrid en julio de 2022. Un hombre se puso en contacto con la víctima, que tenía a la venta en un portal web dos relojes de alta gama valorados en 38.600 euros cada uno. Tras acordar la compraventa de los mismos por valor de 70.000 euros, el vendedor se reunió con dos personas en un hotel de Madrid. Durante el encuentro, y sin percatarse la víctima de cómo ni cuándo, los compradores realizaron un “cambiazo” de los relojes por otros de menor valor económico sin realizar transferencia alguna por la compra. Finalmente, las gestiones policiales practicadas permitieron identificar a los autores de la estafa.

Otro de los ilícitos esclarecidos tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando el investigado contactó con la víctima interesándose por un vehículo de lujo que tenía anunciado en varias páginas de Internet. Tras un primer encuentro y varias conversaciones, en las que también negociaron la compraventa de criptomonedas, se reunieron en un hotel de Marbella que finalizó con un perjuicio a la víctima por valor de 142.000 euros (82.000 euros por la compra de criptomonedas y 60.000 euros en concepto de entrada del vehículo). Nuevamente, los agentes identificaron a dos de los autores de los hechos, comprobando que se trataba de las mismas personas que en el caso anterior. Los otros dos individuos que se encontraban allí, hasta el momento, no han sido identificados, si bien continúan las gestiones para localizarlos.

Detenido en Palma de Mallorca e identificado en dependencias policiales como autor de una tercera estafa cometida en 2020

Tras identificar al investigado, a finales del pasado mes de octubre, los agentes lo localizaron en un hotel de Palma de Mallorca y lo detuvieron en la propia recepción del establecimiento.

Una vez en dependencias policiales, y después de realizar varias gestiones, el arrestado resultó estar identificado como uno de los autores de otra estafa “Rip Deal”, por valor de 47.000 euros, cometida en Marbella en el año 2020. Las víctimas tenían a la venta una propiedad inmobiliaria por la que el investigado, junto a una segunda persona, se interesó. Tras mantener dos encuentros, el arrestado comentó que quería adquirir un reloj valorado en 47.000 euros en una joyería donde solo aceptaban tarjetas de crédito. Las víctimas se ofrecieron a realizar la compra con su tarjeta y, a cambio, estas dos personas les darían 50.000 en efectivo, si bien se percataron de la estafa al comprobar -una vez que llegaron a su domicilio- que los billetes eran falsos. En la estafa participaron tres personas, entre las que se encontraban el detenido –que en aquel entonces carecía de antecedentes- y su hermano.

Modus operandi perfeccionado en tres fases

En una primera fase, los investigados contactaban con personas que tenían a la venta inmuebles u objetos de alto valor y se interesaban por ellos. Posteriormente se citaban con las víctimas y hacían gala de su supuesta solvencia económica, mostrando gran interés por sus artículos y mintiendo acerca de su trabajo y su verdadera filiación.


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