Los abogados reciben un mensaje en el que se presentan como una clínica de estética y salud, informando que a raíz de una cuantiosa deuda económica, solicitan asesoramiento para proceder a su cobro.
Los letrados concretan una cita presencial y días antes la supuesta clínica envía la documentación relativa a la deuda a través de un enlace.
Para acceder a esta información los abogados deben acceder al enlace mediante una contraseña, momento en el que todo el contenido del ordenador comienza a encriptarse, apareciendo posteriormente en la pantalla un mensaje en el que se solicita el pago de una cantidad de dinero para poder recuperar toda la información.