La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a seis años de prisión a un hombre que sacó el ojo izquierdo a otro durante una discusión de tráfico en la localidad de Lugones en enero de 2021. Los magistrados lo consideran responsable de un delito de lesiones agravadas, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal. Además, en concepto de responsabilidad civil el condenado deberá indemnizar en la suma de 81.313,20 euros a la víctima con sus intereses legales hasta el completo pago, y al SESPA en la cantidad que se determine en ejecución de sentencia por la asistencia sanitaria prestada a dicho lesionado.
La sentencia, que no es firme y contra ella cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, considera probado que el ahora condenado, conducía a gran velocidad su vehículo cuando en un momento dado, hizo un giro muy brusco hacia la calle por donde circulaba correctamente la víctima, de 58 años. El vehículo del condenado llegó a invadir el carril en el que se encontraba el del denunciante, colocándose muy próximo a él, por lo que este le recriminó su conducta con un gesto. El procesado detuvo entonces su automóvil y dio marcha atrás, situándose cerca del coche de su coche, comenzando una discusión, durante la cual el procesado descendió de su vehículo y le dio un golpe rápido y fuerte en la nariz, que le hizo sangrar. Entonces, este se bajó del coche, momento en el que el condenado le propinó un puñetazo muy fuerte y directo en el ojo izquierdo, y dos más a continuación, que le hicieron caer al suelo. El procesado fue increpado por la gente que se encontraba en la calle, lo que hizo que se subiera a su vehículo y abandonara el lugar.
A consecuencia de los hechos, el agredido sufrió diversas lesiones, la más grave, la que supuso la pérdida de su ojo izquierdo por evisceración. Según recoge la Audiencia, la víctima deberá acudir a revisiones médicas cada seis meses y someterse a nuevas intervenciones para la restitución de la prótesis que se le colocó cada tres o cuatro años, lo que da idea de la importancia de la agresión.