Un guardia civil, fuera de servicio, vio cómo dos hombres, con pasamontañas, accedían a un estanco en el municipio de Gandía. El agente entró en el establecimiento y visualizó dos hombres, que empuñaban armas blancas, que amenazaban a la dependienta y hurgaban en la caja registradora. El guardia civil procedió a la detención de los dos autores.
El pasado 27 de enero, a las 19:10 horas, un agente de la Guardia Civil que se encontraba en la localidad de Gandía, fuera de servicio, observó a dos jóvenes que merodeaban por los alrededores de un estanco del municipio. El agente, ante una actitud tan extraña y como prevención por si estuviesen a punto de cometer un delito, decidió realizar una llamada telefónica a la Policía Nacional para informar sobre el asunto.
Mientras el agente está informando, vía telefónica, a la Policía Nacional, visualizó como los dos jóvenes se colocaban un pasamontañas, empuñaban unos cuchillos y corrían hasta el interior del estanco. El guardia civil, sin ni siquiera colgar la llamada con el 091, inició una carrera a pie, desenfundó su arma corta particular y accedió al interior del establecimiento.
Una vez dentro, el agente verificó que ambos hombres estaban al otro lado del mostrador.
Uno de ellos amenazaba a la dependienta, trasladándola a una estancia contigua y el otro hurgaba en la caja registradora. Ante el temor de que la chica resultara herida, apuntó a los atracadores con su arma corta particular y gritó “alto, Guardia Civil”.
A continuación, el agente mostró su tarjeta de identificación profesional, a la vez que se situó en medio de la entrada para impedir la huida de los atracadores.
El guardia civil, ordenó a los autores, en varias ocasiones, que depositaran sus armas en el suelo y se tumbaran. No solo hicieron caso omiso, sino que incluso tomaron la caja registradora y ambos armados con los cuchillos se aproximaron al agente, por lo que se vio obligado a realizar un disparo de advertencia al techo, sin que resultase nadie herido.
Tras este episodio, el guardia civil, volvió a ordenar que se desprendieran de las armas blancas y permanecieran en el suelo. En esta ocasión, los autores obedecieron y el agente pudo proceder a su detención. Momentos después, llegó la Policía Nacional que se hizo cargo del traslado de los detenidos.
Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Gandía.